La diferencia entre un acondicionador, un acondicionador sin enjuague y un acondicionador profundo


Es probable que uses un acondicionador cada vez que te lavas el cabello, pero cuando agregas un acondicionador sin enjuague o un acondicionador profundo a la mezcla, las cosas pueden comenzar a volverse confusas. ¿Necesitas usar un acondicionador y un acondicionador sin enjuague en la misma rutina? ¿Existe realmente tanta diferencia entre un acondicionador regular y un acondicionador profundo? Le pedimos a Nick Stenson, peluquero y director artístico de Matrix, que nos explicara las diferencias entre los tres y cómo incorporar cada uno a tu rutina para tener un cabello suave, hidratado y saludable.

¿Cuál es la diferencia entre acondicionador, acondicionador sin enjuague y acondicionador profundo?

“El acondicionador está destinado a estabilizar el pH del cabello después del lavado con champú, y también ayuda a desenredar y agregar humedad y brillo”, dice Stenson.

Se puede usar un acondicionador profundo o una mascarilla acondicionadora en lugar de un acondicionador después del champú. “No solo estabilizará el pH del cabello, sino que trabajará para reconstruir la estructura proteica comprometida, aumentará la elasticidad del cabello y mejorará la retención de humedad en general”, dice Stenson. Añade que estas fórmulas pueden ser especialmente buenas para el cabello seco o dañado químicamente.

Stenson explica que los acondicionadores sin enjuague son los más ligeros del grupo y se pueden usar después de lavar y acondicionar el cabello para ayudar a desenredarlo aún más, reducir el encrespamiento, mantener la humedad o refrescar el cabello rizado o texturizado.

acondicionador sin enjuague Carol’s Daughter Goddess Strength Castor Oil, que está formulado para ayudar a reparar, hidratar y fortalecer el cabello entre lavados.

Diseño: Hannah Packer

Sofía Pizarro

Hola mi nombre es Sofía Pizarro. Originaria del norte de México, me encanta hacer pasteles para mis amigos y escuchar cualquier ritmo que me haga bailar. Mi primer recuerdo del maquillaje es casi como el de cualquier niña, queriendo parecerse a su Madre a los 7 años con lipstick rojo en mis labios. Tengo mas de 16 años como maquilladora experta y trabajo en mi salón.

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