Todo el mundo tiene una forma preferida de aplicar el maquillaje, ya sea con brochas, esponjas o sin herramientas. Como alguien que no ha usado base en años, mi técnica de aplicación de base está oxidada. Pero después de encontrar recientemente una base con la que estoy obsesionada, la nueva base líquida Valentino Beauty Very Valentino 24 Hour Wear Liquid, pensé que debería probar algunos métodos para encontrar cuál funciona mejor para mí. Entonces, como un novato en base, usé un cepillo de base un día y una esponja de maquillaje al siguiente para ver qué método de aplicación me dio los mejores resultados. Sigue leyendo para encontrar qué técnica reina suprema en mis ojos.
Cepillo de base
Cuando aprendí por primera vez a aplicar la base en la escuela secundaria, usé una brocha para base similar a la brocha para perfeccionar la piel CC+ Heavenly Skin CC+ de IT Cosmetics #702. En ese entonces descubrí que la brocha me permitía difuminar uniformemente el maquillaje de mi rostro para darme el acabado más suave posible, que necesitaba especialmente cuando competía en concursos de belleza y concursos de baile. Aunque no he usado base de maquillaje regularmente en unos cinco años, todavía tengo ese cepillo de confianza y todavía me encanta cómo pule la base en mi piel sin problemas en segundos. Incluso después de un día completo de uso, no experimenté ningún endurecimiento en mi cutis.
Esponja de maquillaje
Aunque uso una esponja de maquillaje para mezclar mi corrector, en realidad nunca antes había usado una para aplicar mi base. Fue interesante aplicar el producto en mi cara en lugar de pulirlo, pero noté que mi piel se veía más húmeda cuando apliqué mi base de esta manera. El resultado inicial fue impecable, pero a medida que avanzaba el día, descubrí que el producto se endurecía, especialmente alrededor de la nariz, dejándome con una tez menos que suave.
Veredicto final
Después de este experimento, definitivamente soy leal a aplicar la base con una brocha en lugar de una esponja de maquillaje. Además de crear una base que no se movió durante todo el día, mezcló la base de una manera que hizo que se sintiera como si fuera parte de mi piel, en lugar de una segunda capa que se asienta sobre la parte superior de mi piel, lo cual así se sentía la base al aplicarla con la esponja de maquillaje. No sé si volveré a usar la base con regularidad, pero en las ocasiones especiales que lo haga, la aplicaré con mi fiel brocha para base.
Ilustración: Hannah Packer,