Todos hemos estado allí: te aplicas un poco de rubor y de alguna manera terminas con un color irregular y veteado en tus mejillas. Y mientras que el rubor puede hacer maravillas con tu cutis, un trabajo de rubor fallido puede dejar mucho que desear. Por lo general, esto se reduce a la aplicación y el producto, por lo que hemos creado esta guía para ayudarlo a evitar el rubor manchado (y las comparaciones de payasos) en todo momento.
Consejo 1: Exfolia tu piel Una de las mejores formas de garantizar una aplicación suave del maquillaje es la textura de tu piel. Si está seco y escamoso, su rubor, o cualquier otra cosa, se verá rayado, desigual y desaparecerá de inmediato. Exfóliate ligeramente una o dos veces por semana con un exfoliante suave con enzimas como el exfoliante facial con piña y papaya de Kiehl’s para eliminar las células muertas y las escamas que podrían estar alterando tu maquillaje.